José Luis Escrivá lo ha planteado como una medida transitoria
Está pendiente de su aprobación durante el mes de noviembre
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha propuesto el aumento de las cotizaciones sociales durante 10 años para garantizar la supervivencia de la hucha de las pensiones en el periodo en el que tendrá que costear las jubilaciones de los 'baby boomers', los ciudadanos que nacieron entre 1958 y 1977.
Este aumento en las cotizaciones tendría lugar a partir de 2023 y duraría hasta 2032. Una década en la que tanto los empresarios como los trabajadores tendrían que (de aprobarse la medida, que ha de salir adelante en noviembre) realizar un extra en sus cotizaciones sociales que se destinaría al fondo de reserva de las pensiones, que actualmente tiene unos 2.000 millones de euros frente a los casi 67.000 que llegó a tener hace una década.
Esta propuesta forma parte de las negociaciones sobre el mecanismo de equidad intergeneracional que se planteó como una más de las patas de la reforma de las pensiones que afectará a la revalorización de las prestaciones, a la jubilación anticipada, a la jubilación demorada o los mecanismos de jubilación forzosa y que, en conjunto, tienen el objetivo de alinear la edad efectiva y la edad ordinaria de jubilación.
La subida de las cotizaciones que se ha planteado es de 0,5 puntos porcentuales, a repartir entre el empresario y el trabajador. Actualmente, la cotización por contingencias comunes, el apartado al que se refiere este aumento, es de un 28,3% que se reparte de la siguiente forma: un 23,6% lo paga la empresa y un 4,7% lo paga el trabajador.
Aún se desconoce cómo se repartiría este aumento de las cotizaciones, pero en la práctica supondría la elevación de las contingencias comunes de un 28,3 a un 28,8%. Es por este concepto por el que el trabajador cotiza de cara a la cobertura por jubilación, además de por otros como la incapacidad temporal y permanente, muerte y supervivencia (pensiones de viudedad, por ejemplo).
El impacto en el salario de un trabajador medio será de unos 10 euros extra al mes (120 euros en 12 pagas), mientras que para un trabajador mileurista sería aproximadamente de la mitad, es decir, cinco euros (unos 60 euros en 12 pagas) más al mes.
El resto de las partidas de la nómina de un trabajador quedaría, de momento, igual: cotizaría un 1,55% en concepto de desempleo (un 1,60% en los contratos a tiempo parcial) y un 0,10% en concepto de formación profesional.
Por su parte, la empresa mantendría también el resto de cotizaciones: el 5,50% en concepto de desempleo (un 6,70% para contratos a tiempo parcial), un 0,60% en concepto de formación profesional y un 0,20% en concepto de Fondo de Garantía Salarial (FOGASA).
FUENTE: EL ECONOMISTA