Dinamarca, Suiza y Singapur lideran los tres primeros puestos
España repunta notablemente hasta el puesto 36, su posición de 2020, tras haber descendido al puesto 39 en 2021 gracias fundamentalmente a la recuperación del sector turístico el pasado año, según el Ranking Mundial de Competitividad de 2022 (WCR por sus siglas en inglés) que elabora la escuela de negocios suiza (IMD) y que analiza 63 economías mundiales.
En el podio se sitúa Dinamarca, por primera vez en los 34 años de historia del ranking, tras ocupar el tercer puesto en 2021, al obtener excelentes resultados en la categoría de eficiencia empresarial (1º) y en las subcategorías de productividad y eficiencia (1º) y prácticas de gestión (1º).
"Dinamarca es el país más avanzado del mundo en el ámbito digital y ocupa la primera posición gracias a sus buenas políticas, a las ventajas que le otorga ser un país europeo, a una clara orientación hacia la sostenibilidad y al impulso de su ágil sector empresarial", afirmaba el director del WCC, Arturo Bris. Por su parte, Suiza desciende del primer al segundo puesto y Singapur asciende a la tercera posición desde el quinto puesto.
El descenso de Suecia se debe a una ralentización de las medidas de desempeño económico, como las subcategorías de economía nacional, que pasan del puesto 10 al 15; el comercio internacional, del 17 al 27; y el empleo, del 30 al 42.
Por el contrario, la recuperación de Singapur se debe a las importantes mejoras en su economía doméstica, pasando del puesto 15 al 1; empleo, del 18 al 3; finanzas públicas, del 12 al 6; y productividad y eficiencia, del 14 al 9. Sin embargo, se mantiene en posiciones relativamente bajas en varias subcategorías, como las prácticas de gestión, en el puesto 14; la infraestructura científica, en el 16; y la salud y el medio ambiente, en el puesto 25.
En cuanto a los resultados medios de competitividad de las economías norteamericanas permanecieron estables. Sin embargo, desde 2018 los niveles de competitividad en Norteamérica han caído de un puesto 21 de media en el ranking general a un puesto 26 de media en 2022.
En el sur de Asia y el Pacífico también continúa su descenso de los últimos tres años, alcanzando un puesto 31 de media en 2022. Las economías de la antigua CEI y Asia Central experimentan un descenso en la competitividad general alcanzando el puesto 46 de media.
Nueva Zelanda sufre la mayor caída en el ranking
Asimismo, destaca el caso de Nueva Zelanda, al sufrir la mayor caída en el ranking (del puesto 20 al 31) y descender en todos los factores de competitividad.
Además, el estudio explica como debido a la escasa fiabilidad de los datos recogidos, Rusia y Ucrania no han sido evaluados en el ranking de este año. Por su parte, Bahréin entra por primera vez en el puesto 30.
Los problemas inflacionistas intensifican los problemas
La alta inflación que acecha de forma global al conjunto de los países es una de las presiones que más está afectando a la competitividad.
Los datos concretos de inflación calculados para el ranking incluyen la inflación de los precios al consumo obtenida de las Perspectivas de la Economía Mundial del FMI para el periodo de 2021, que registraban solo dos economías con inflación negativa, y una previsión sobre la inflación de la misma fuente (que no registraba inflación negativa alguna). "Estos resultados contrastan enormemente con los datos que hemos evaluado en los últimos años. Es evidente que esta presión inflacionista está intensificando los ya problemáticos cuellos de botella de la cadena de suministro en todo el mundo", explica Christos Cabolis, economista jefe del WCC.
Los propios ejecutivos están percibiendo que las presiones inflacionistas, los conflictos geopolíticos y los cuellos de botella en la cadena de suministro afectan más a sus empresas que la regulación de las emisiones de gases de efecto invernadero y las disparidades socioeconómicas.
Por otro lado, "otros retos globales que afectan a la competitividad de los países son las variantes del Covid-19, que aparecen con diferente intensidad respecto al número de infectados en todo el mundo, las diferentes políticas nacionales para hacer frente al Covid (la política de "tolerancia cero al Covid" frente a la política de "superación del Covid") y la invasión de Ucrania por parte de Rusia", añade.
FUENTE: EL ECONOMISTA