Las pensiones no contributivas son ayudas que se reconocen a aquellos que no han cotizado lo suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo.
Limpiar
la casa, poner la lavadora, cocinar o planchar son algunas de las muchas tareas
domésticas que no pueden pasarse por alto. Las amas de casa son las
encargadas de estos quehaceres del hogar y de la crianza de sus hijos a tiempo
completo. A pesar de que estas personas realizan un gran número de
tareas en su casa, estas no reciben ningún tipo de remuneración económica a
cambio, ni tampoco cotizan a la Seguridad Social. Por tanto, ¿qué ocurre
cuando llega el momento de la jubilación?
Las pensiones no contributivas son las
"prestaciones económicas que se reconocen a aquellos ciudadanos que,
encontrándose en situación de necesidad protegible, carezcan de
recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente
establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para
alcanzar las prestaciones del nivel contributivo", tal y como lo
define la Seguridad Social en su página web.
La pensión de jubilación no contributiva gestionada por el Instituto de
Mayores y Servicios Sociales (Imserso) garantiza una ayuda económica
mínima para aquellos mayores de 65 años que no hayan cotizado los 15 años
mínimos necesarios para acceder a la jubilación contributiva. Sin embargo,
para que las amas de casa puedan ser beneficiarias de esta prestación será
necesario que cumplan con una serie de requisitos:
En lo que respecta a la carencia de rentas, la cuantía mencionada previamente se elevará si se convive con más familiares. En este caso, el requisito únicamente se cumplirá cuando la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de su unidad económica de convivencia, sean inferiores a las siguientes cuantías:
"La cuantía individual de la pensión se establece en función del
número de beneficiarios de pensión no contributiva integrados en la misma
unidad económica de convivencia, de los ingresos personales y/o los de las
personas que integran la unidad económica, no pudiendo ser inferior
dicha cuantía a 1.696,14 euros anuales (121,15 euros al mes), que se
corresponde con el 25% del importe íntegro para el año 2023", señalan
desde el Imserso.
La cantidad máxima a percibir es de 484,61 euros al mes, es decir, 6.784,54 euros al año que se abonan en 12 mensualidades más dos pagas extraordinarias anuales.