Las pymes son las más afectadas, con un coste financiero de 2.600 millones de euros, un 50% más que un año antes.
La morosidad ahoga a las pymes españolas. La mitad de las facturas se abonaron por encima del límite legal, con un periodo medio de pago (PMP) de casi 82 días durante el último trimestre de 2023, 20 días por encima del plazo máximo fijado por la ley 15/2010. Esta persistente morosidad ha tenido un especial impacto sobre las pymes, cuyo retraso de los pagos en el último año les ha supuesto un coste financiero de 2.600 millones de euros, un 50% más que en el mismo período del año anterior.
Según se desprende de los datos del Observatorio de Morosidad, elaborado por Cepyme -con datos de Cesce e Informa D&B-, este coste financiero de la deuda comercial tiene dos componentes: la que no está en mora y la morosa. El coste de la primera ascendió a casi 1.500 millones de euros en el cuarto trimestre en cómputo anualizado y el de la segunda, rondó los 1.200 millones, un 44% más que un año antes. Este esfuerzo financiero es consecuencia de una deuda comercial del conjunto de pymes que a finales de 2023 rondaba los 177.000 millones de euros, de los cuales, 67.800 millones de euros corresponden a firmas medianas y los restantes 109.200 millones, a empresas pequeñas.
Cuando se compara la deuda comercial con las ventas interiores de uno y otro tamaño de empresa, se observa una evolución distinta entre las empresas pequeñas y medianas. Así, la deuda comercial de las firmas pequeñas equivale al 51% de sus ventas, tres puntos menos que hace un año y la más baja al menos desde 2004. En cambio, la deuda comercial de las compañías medianas equivale al 70% de sus ventas. Aunque es un punto porcentual menos que al final de 2022, supone una proporción mayor que la de cualquier trimestre en el periodo 2014-2019. "Esta mayor restricción del crédito comercial a sus clientes por parte de las firmas más pequeñas se explica por su mayor vulnerabilidad a un entorno económico caracterizado por una inflación elevada, la reducción de márgenes provocada por dicha inflación, unos tipos de interés más elevados y un acceso más difícil al crédito", señala el informe.
Cepyme explica que la evolución negativa del PPM se debe a factores como la inflación, que continúa por "encima de lo normal", con una media subyacente del 3,8% en diciembre de 2023, los altos tipos de interés y el euríbor medio del segundo semestre del año pasado (4,04%), siendo el mayor desde 2008. Así, la inflación, que pese a descender continúa por encima de lo normal -su tasa subyacente, que fue del 3,8% en diciembre de 2023, es la más alta en los 20 años anteriores a marzo de 2022-; y los mayores tipos de interés -el euríbor medio del segundo semestre del año pasado (4,04%) es el mayor desde 2008- han impulsado a las empresas a intentar acortar los plazos de cobro de sus facturas para atenuar el impacto negativo en sus cuentas de la pérdida de poder de compra del euro y los mayores costes financieros. "La desaceleración de la economía y los tipos de interés elevados incentivan la contraproducente financiación sin coste derivada de la postergación de los pagos", advierte la patronal de las pymes.
Esto ha provocado que sólo el 50% de las facturas recibidas por las pymes se abonó de forma puntual, un porcentaje que ha crecido 1,1 puntos respecto al ejercicio anterior y la mayor proporción desde marzo de 2020.
El informe apunta que el tamaño de la empresa incide en el periodo de pago. De este modo, el PMP se redujo sólo en las microempresas en términos interanuales, con una caída de 0,8 días, hasta los 75,4. Las compañías pequeñas y medianas mantuvieron sus respectivos PMP en los mismos niveles que en el cuarto trimestre de 2022 -de 79,6 y 83,3 días, respectivamente-, mientras que las grandes empresas mostraron, por quinto trimestre consecutivo, el mayor aumento del PMP, con un incremento de 11 días, alcanzando las 88,7 jornadas. Unas cifras de especial preocupación para Cepyme, ya que a media en 2023 fue de 81,8 días, el más bajo desde 2017, pero todavía muy por encima del período máximo legal de 60 días que establece la ley.
En el total de las pymes, las facturas pagadas de forma puntual alcanzaron al 50,3% del total, siendo la mayor proporción desde marzo de 2020. Además, la confederación ha observado que el porcentaje de facturas satisfechas en el plazo pactado es mayor cuanto menor es el tamaño de la empresa. En las microempresas, el 51,2% de las facturas fueron pagadas puntualmente, la mayor proporción de los últimos tres años y medio, con una demora de las facturas pagadas a 30 días del 12,3% del total -un punto porcentual más que hace un año-, manteniéndose por cuarto trimestre consecutivo por encima del 12%.
Asimismo, en las pequeñas empresas la proporción de pagos puntuales llegó al 47,8% (+4,1 puntos porcentuales interanual), siendo la mayor proporción desde junio de 2018. En las compañías medianas, durante el cuarto trimestre de 2023, un 30,2% de las facturas se pagó de forma puntual (+2 puntos porcentuales interanual). Es el porcentaje más elevado desde marzo de 2018. Las facturas pagadas con un retraso superior a los 30 días se mantuvieron en el 6,4% del total. "El porcentaje de facturas satisfechas en el plazo pactado es mayor cuanto menor es el tamaño de la empresa", explica Cepyme.
Por sectores, el PMP se incrementó en el sector servicios en el cuarto trimestre de 2023, si bien todos ellos están por encima del período legal de 60 días. El sector agroalimentario es el único que refleja cinco caídas interanuales consecutivas, situándose en 75 días, 2,9 días menos que un año antes. La industria mostró el mayor recorte interanual, de 7,1 días, reduciéndose hasta 74,3 jornadas. Sin embargo, cuando se observa la evolución del PMP en cada una de las diez ramas industriales, se encuentra que la mitad de ellas presentan incrementos.
Tal como ocurrió en los trimestres anteriores, el resultado del conjunto de la industria estuvo muy influido por la evolución del subsector de electricidad, gas y agua, que -tras haber alcanzado un máximo histórico en marzo de 2023- pasó a mostrar recortes marcados. Así, en el último trimestre de 2023, el PMP de electricidad, gas y agua bajó hasta 47,6 días, el más reducido que registran las estadísticas, que se inician en 2008, tras una caída interanual de 30,1 jornadas. Excluyendo el subsector de electricidad, gas y agua, la evolución es negativa, con cinco trimestres consecutivos de aumentos interanuales. El PMP de la industria sin electricidad llegó a 82,8 días, su valor más alto para un cuarto trimestre desde 2011, tras un aumento interanual de 0,2 días.
En la construcción, el PMP ha vuelto a una tendencia descendente tras el incremento en el segundo trimestre de 2023, situándose en el último periodo del año en 92,9 días, el más bajo desde 2016, con un descenso interanual de 3,7 jornadas. Por su parte, el PMP medio de los servicios quebró una racha de cinco trimestres consecutivos de caídas, incrementándose en 0,5 jornadas, hasta los 72,3 días, que sigue siendo, no obstante, el más bajo entre los principales sectores de actividad.
Murcia registró el mayor periodo de pago con 93,2 días, y Baleares el menor, con 68,5 días. "Se trata de una situación que no resulta fácil de afrontar para las pequeñas y medianas empresas, que cuentan con menores recursos financieros y capacidad de negociación y que, además deben asumir el incremento de otros costes y los efectos de la inflación", advierte Cepyme.
Fuente: La Razón