Las pensiones contributivas suben un 8,5% en 2023, tras la revalorización de este tipo de prestaciones.
Cuando
los pensionistas hayan consultado el pago de la pensión correspondiente a este
mes de enero en su cuenta bancaria, habrán comprobado que la cuantía se ha
incrementado respecto el año pasado. La razón tras este aumento es la revalorización
de las pensiones, un proceso que tiene lugar cada año y
que tiene como objetivo actualizar el importe de las prestaciones acorde al
nuevo contexto económico, pero que conllevará un mayor desembolso en el Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) cuando se
presente la Declaración de la Renta en 2024.
Para calcular la subida de las pensiones en 2023, se tuvo en cuenta la
inflación media registrada durante los 12 meses previos, según establece la ley
de garantía del poder adquisitivo de las pensiones, aprobada por el
Congreso de los Diputados y publicada en el BOE el 28 de diciembre de
2021.
En concreto, se tomó como referencia el Índice de Precios de
Consumo (IPC), un indicador que mide la evolución del conjunto de
precios de los bienes y servicios consumidos por las familias en
España, entre diciembre de 2021 y noviembre de este año. Con
todo, se determinó que la subida sería del 8,5%.
No obstante, únicamente subirán en torno a este porcentaje las
pensiones de la modalidad contributiva y el Ingreso Mínimo Vital (IMV),
subirán el próximo año en torno a dicho porcentaje. Pues, las pensiones
no contributivas mantendrán para el próximo ejercicio la subida
del 15% que se les aplicó el pasado mes de julio en virtud de
una enmienda pactada por el Gobierno con Bildu en el marco de
la negociación presupuestaria.
¿Qué
pensiones tendrán que pagar más IRPF?
En el caso de una pensión media del sistema público, de unos 19.000
euros anuales, el beneficiario habrá de pagar más de 170 euros por
el IRPF en la declaración de la renta del próximo año, en comparación con la
anterior, dado que se verá obligado a desembolsar en torno a 1.600
euros, según indica el Consejo General de Economistas
(CGE) a El Economista.
Sin embargo, el desembolso será mayor para los pensionistas que hayan
cotizado a lo largo de su vida profesional en el régimen general. Pues, en la
próxima declaración de la renta pagarán 600 euros más, hasta
alcanzar los 2.650 euros.
No obstante, las personas que cobran la pensión máxima llegarán a pagar en torno 8.000 euros en concepto de IRPF, después de ver incrementada la pensión hasta los 3.059 euros mensuales, lo que corresponde a unos 42.000 euros al año.
FUENTE: ECONOMÍA DIGITAL