Muchos son los que aseguran que trabajar desde casa es el futuro, ya que ahorrará a las compañías una fortuna en alquiler de oficinas, y a los empleados en costes de transporte.
Pero un informe publicado recientemente por London School of Economics sugiere que el teletrabajo no resulta más productivo si se prolonga en el tiempo, que acudir a la oficina todos los días. Lo que es peor, los trabajadores suelen quejarse y sentirse descontentos con su situación tras una luna de miel inicial.
La doctora Esther Canonico, del Departamento de Gestión de LSE, explica que los empleados han dejado de considerar el trabajo desde casa como una ventaja cuando se convierte en la norma en una organización, y por ello suelen esforzarse menos en su tarea.
Pero la tendencia hacia el teletrabajo parece imparable, gracias a que la nube facilita el acceso a grandes documentos y a datos de forma remota. Según la Oficina Nacional de Estadística británica, en 2014 había 4,2 millones de trabajadores en Reino Unido que desempeñaban su empleo desde casa, frente a los 2,9 millones en 1998.
Así, si un empleado quiere trabajar desde casa, ¿cómo asegurarse de que el acuerdo sea un éxito? El riesgo para los empleados es que "los jefes no aprecien lo mucho que trabajan, y terminen sumiéndose en la depresión y el resentimiento", advierte Amanda Potter, psicóloga de Zircon Management Consulting.
No hay necesidad de llevar un calendario detallando las horas que se ha estado trabajando, pero recomienda que cuando llegue el momento de presentar un trabajo, "no se hable sólo de lo que se ha hecho, sino de cómo se enfocó, los pasos que se dieron y el tiempo que se le dedicó".
Luke Davies, vicepresidente de la consultora de empleo Robert Half, explica que una decisión aún mejor es la de enviar informes regulares al responsable con los progresos que se están haciendo en los proyectos a largo plazo. "Es crucial mantener una comunicación regular. Ya que al no estar presente hay que asegurarse de no caer en el olvido", recomienda. Davis sugiere que se acuerden "contactos regulares" entre el jefe y el empleado, y que éstos sean vía telefónica y no por correo electrónico.
Mantener el contacto con los compañeros, y no sólo con el jefe, también es importante para la moral, señala Caroline Moore, responsable de Recursos Humanos de Sage, la empresa de software de contabilidad, que recurre al teletrabajo y asesora a pequeñas firmas sobre cómo aplicar con éxito un sistema desde casa.
"Recomendamos a la gente que hable con su equipo virtual todos los días". Conversar con los compañeros es importante para evitar sentirse aislado, explica, como también lo es verse al menos una vez al mes.
Todos los expertos coinciden en que para que el teletrabajo funcione, la compañía tiene que proporcionarle al empleado todo el equipo y apoyo del que disfrutaría en una oficina -no sólo soportes de banda ancha, videoconferencias y mensajes instantáneos-, sino la mesa y la silla adecuadas también. Si uno se siente como en "el trabajo" es más probable que se sea productivo, asegura Moore, que apunta que si se trabaja en la mesa de la cocina es probable que se acaben padeciendo problemas de espalda.
El equipamiento de la oficina "tiene que acordarse antes de empezar a trabajar desde casa", explica Davis. "Son cuestiones que realmente pueden provocar resentimiento". Pero asegura que el teletrabajo merece la pena, pese a los hallazgos del informe de LSE. "Como herramienta de retención es absolutamente maravillosa. La gente que puede conciliar su vida familiar con su carrera suele ser más feliz".
FUENTE: EXPANSION