La Comisión Europea debatió la que parece llamada a ser la mayor reforma del IVA en toda su historia. Bruselas quiere terminar con el sistema actual, que permite a los exportadores no imputar el IVA en las operaciones intracomunitarias e impone esa obligación a los importadores. El organismo europeo considera que ese modelo facilita el fraude y calcula que cada año se pierden unos 50.000 millones de euros en recaudación de un impuesto esencial para las arcas nacionales (en España el segundo que más recauda) y europeas (11% del presupuesto de la UE).
En el futuro, según planteó ayer el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, “la administración del país de origen será la encargada de recaudar el IVA en nombre del país de destino”.
La CE señala que este nuevo sistema obligará a estrechar la colaboración entre las haciendas nacionales y exigirá una nueva tramitación, que podría ser más compleja. Pero Bruselas considera que el resultado compensará el esfuerzo. Dombrovskis reconoce, sin embargo, que la propuesta todavía no cuenta con el apoyo unánime en el seno de la Comisión. Algunos comisarios defienden una generalización del llamado IVA invertido, por el que el impuesto se imputa y se queda en el país de origen.
España no es partidaria de que esa “inversión del sujeto pasivo” se generalice. El ministerio de Hacienda considera que podría socavar la propia finalidad del IVA, que pretende escalonar el gravamen en las diferentes fases del proceso de producción y de distribución y que recae en el consumidor final.
La CE comparte el punto de vista del departamento de Cristóbal Montoro y, según Dombrovskis, prefiere mantener el modelo actual, basado en aplicar el impuesto en el país donde tiene lugar el consumo, pero trasladando la recaudación al país de origen de la mercancía o servicio.
Bruselas espera formalizar su propuesta esta primavera y someterla al veredicto unánime de los 28 ministros de Economía de la UE.
FUENTE: CINCO DIAS