“Después de la experiencia de los últimos meses, todos somos conscientes de que el sistema hipotecario ha permitido el acceso a la vivienda de un porcentaje alto de familias españolas, pero también se han podido producir situaciones en que la falta de transparencia ha generado situaciones de asimetría entre consumidores y entidades”, ha admitido este lunes el ministro de Economía, Luis de Guindos.
En el desarrollo de un almuerzo con prensa organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Guindos ha expuesto que la reforma de la ley hipotecaria en la que trabaja el Gobierno pondrá el foco en la transparencia de los contratos hipotecarios para prevenir nuevos abusos en el futuro.
“Hemos tenido una serie de sentencias, la más famosa y la más conocida es la de cláusulas suelo, pero puede que no sean las únicas, en las que se ha puesto de manifiesto que en las hipotecas había partes opacas”, ha asumido el ministro.
La reforma hipotecaria que prepara, y para la que ha aseverado que buscará el apoyo de “PSOE, Ciudadanos, PNV y el resto de grupos parlamentarios” pondrá coto a algunas de las cláusulas que más polémica judicial ha despertado.
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Un caso claro es el de las cláusulas de vencimiento anticipado que permitían a las entidades ejecutar el préstamo, y arrancar el proceso de desahucio, ante un único impago del deudor. Aunque el Gobierno ya impulsó elevar esta práctica a un mínimo de tres impagos, Guindos ha avanzado que la reforma hipotecaria dará una vuelta de tuerca a este sistema.
En concreto, según ha anunciado, ahora se establecerá una nueva fórmula de modo “claro y tajante” por el que la entidad no podrá activar la cláusula de vencimiento anticipado por determinadas cuotas impagadas sino por el porcentaje del capital pendiente de amortizar. A falta de conocer la letra pequeña, la idea es que “si el importe de las cuotas impagadas llega a ese porcentaje, ya es posible el vencimiento anticipado, lo que no significa que haya después una ejecución hipotecaria anticipada”, ha ilustrado.
Aunque el Tribunal de Justicia de la Unión Europea tiene previsto pronunciarse sobre cómo actuar ante este tipo de cláusulas y otras, como las de interés de demora, a petición de varios juzgados y del propio Tribunal Supremo español tras el varapalo recibido en el caso de las cláusulas suelo, Guindos ha dejado claro que el Gobierno no esperará al dictamen del Alto Tribunal comunitario para impulsar la reforma hipotecaria.
Más allá del reforzamiento de la transparencia respecto a las cláusulas más controvertidas, que la banca deberá subrayar en un documento independiente de advertencias para el cliente, la reforma debe adaptar la directiva europea que España tiene pendiente aplicar.
Además, se va a incrementar la información que se facilita al cliente en la fase precontractual, se impulsará que el notario no se limite a dar fe de la firma del acuerdo, sino que ayude a explicar su contenido al consumidor y se le exigirá que vigile la no inclusión de cláusulas ilegales.
En paralelo, el Gobierno impulsará un contrato hipotecario estándar “único, muy transparente” que consumidores o entidades podrán solicitar utilizar para evitar opciones más complejas.
Finalmente, tal y como dicta la directiva europea, se pondrá coto a la venta de productos vinculados con la hipoteca, dando transparencia y permitiendo que el consumidor no adquiera productos asociados.
Guindos ha aclarado que la reforma hipotecaria tendrá efectos para los consumidores futuros y no afectará de forma retroactiva a los contratos ya en vigor, parte de los cuáles han acabado en los tribunales para dilucidar el carácter abusivo o no de algunas cláusulas.
En cuanto a las que imponían un suelo, Guindos ha celebrado que ya está a punto de constituirse la comisión de seguimiento del decreto ley que introdujo un canal de negociación extrajudicial entre las partes.
Más allá, Guindos ha reflexionado que la legislación permitirá evitar escándalos financieros como los vividos en los últimos años, algunos de los cuáles, ha expuesto, le han “revuelto el estómago”. “Con la legislación que tenemos, ahora las preferentes no pueden colocarse. Y no creo que se vuelva a hacer una salida a Bolsa como la de Bankia en los próximos años”, ha asegurado.
FUENTE: CINCO DIAS