José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, cerró con los sindicatos el acuerdo sobre el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), uno de los asuntos más controvertidos de la primera parte de la reforma de pensiones, tras el rotundo rechazo de los empresarios, que quedan así al margen de la subida de impuestos al empleo propuesta de medio punto a las empresas.
El plan pactado entre Gobierno y sindicatos supone un alza de la cotización del 0,6% a partir de 2023 y durante un periodo de diez años y de ese porcentaje 0,5% lo pagarán las empresas y un 0,1% los trabajadores.
En su comparecencia el ministro Escrivá explicó, esto supondrá un incremento mensual de los pagos sociales “que no llegan a 12 euros mensuales” en una base media de cotización de alrededor de 2.000 euros al mes. De esta cantidad algo menos de 10 euros los pagará el empresario y poco menos de 2 euros el trabajador.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones aseguró que con esta nueva cotización extra se pretende recaudar unos 50.000 millones de euros para volver nutrir la llamada hucha de las pensiones (el Fondo de Reserva) para costear el sobrecoste de las pensiones desde 2033 a 2050 como consecuencia de la jubilación de la generación más amplia del país, los ‘baby boomers’.
. La subida se aplicará durante 10 años, entre 2023 y 2032; para ser utilizados en caso de que las cuentas del sistema de pensiones se desequilibren, y ese desequilibrio se medirá, a partir de 2033 y con una periodicidad trienal.
Y concluyó señalando que "todo el mundo tiene que entender que el Estado de Bienestar hay que pagarlo" y que en los países con modelos análogos al español también se hace de esta forma.
FUENTE ADADE CENTRAL