La banca teme nuevos conflictos con los clientes ante la futura regulación de pagos
2 de enero de 2018
La banca teme nuevos conflictos con los clientes ante la futura regulación de pagos
El sector espera la entrada de una avalancha de operadores. BBVA o Santander ya han diseñado aplicaciones para evitar que sus clientes opten por otros proveedores.
La nueva regulación europea en materia de pagos (PSD2 en sus siglas en inglés), supone una auténtica revolución en esta industria, y por extensión en las entidades financieras. “Habrá un antes y un después. El hecho de que la banca tenga que dar acceso a terceros a su infraestructura permitirá la entrada de competidores no bancarios que obligará a las entidades a facilitarles los datos de aquellos clientes que den su consentimiento explícito”, explican fuentes bancarias. Esto supone la apertura por parte de los bancos de sus servicios de pagos a proveedores denominados TPPs (Third Party Payment Service Providers) desde el 13 de enero.
Los TPPs son firmas de pago no bancarias y agregadores de información que a partir de enero podrán acceder a las cuentas de los clientes, previa autorización de estos. Su entrada en el mercado y de otros nuevos actores provenientes de toda Europa supondrá un incremento considerable de la competencia para los bancos, ya que hasta ahora estas TPPs como las fintech necesitan servicios que solo la banca provee. La directiva europea obligará ahora a las entidades a compartir estos servicios si se los reclaman.
La gran banca lleva años preparándose para la entrada en vigor de la nueva regulación, razón por la que entidades como BBVA o Santander, ya tienen listas aplicaciones para unificar todos los pagos de un cliente y evitar que opte por facilitar sus datos a otro operador. Solo falta la entrada en vigor de esta norma, aunque España aún no ha transpuesto la directiva al ordenamiento jurídico, algo que la banca lleva meses reclamando.
Pese a la mayor protección en los pagos del consumidor (su objetivo prioritario), la banca está convencida de que su entrada en vigor aumentará los conflictos con los clientes, según aseguran todas las fuentes consultadas. Y es que en caso de conflicto con un proveedor ajeno al banco y elegido por el cliente, este se dirigirá a su entidad financiera, y será el banco el que contacte con el TPP para resolver el problema con el usuario, reconocen fuentes de la AEB. Esta es otra de las razones por las que la banca preferirá desarrollar sus propios proveedores. Quieren evitar una mayor competencia y conflictos derivados de esta regulación, aunque parece que inicialmente será complicado.
David García, de la consultora multinacional de negocio Everis, explica que las “garantías financieras y de seguridad, que serán necesarias para cumplir con la nueva regulación, provocarán que las fintech avancen hasta gestionar los propios pagos, aunque no serán los únicos. Las grandes cadenas de retail, restauración o turismo también los gestionarán”. Añade que con la PSD2, “los pagos gestionados por la banca se reducirán por la entrada de nuevos competidores, lo que conllevará que tengan que reinventarse, centrándose en generar relaciones a largo plazo de mayor valor con los clientes”.
La PSD2 permitirá que compañías fintech, empresas de telecomunicaciones, de energía o Google, Amazon, Facebook y Ali Baba, entren en el mercado de pagos.