El EBITDA (siglas en inglés de “Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation, and Amortization”) es el indicador que cuantifica, las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, es decir, representa el beneficio bruto de explotación calculado antes de la deducibilidad de los gastos financieros. Es uno de los indicadores financieros más conocidos, e imprescindible en cualquier análisis fundamental de una empresa.
Este indicador, sin ser parte del estado de resultados de una compañía, está muy ligado a él. Constituye una medida aproximada de la capacidad de una empresa para generar beneficios considerando únicamente su actividad productiva, eliminando de esta manera, la subjetividad de las dotaciones, el efecto del endeudamiento o la variabilidad o arbitrio del legislador de turno en materia impositiva.
El EBITDA, facilita al emprendedor o directivo de pymes una información sobre la viabilidad del proyecto empresarial, al medir los beneficios de la empresa antes de impuestos, amortizaciones y depreciaciones. Es decir evalúa el beneficio bruto de explotación antes de deducir los gastos financieros, lo que nos indicará si nuestro proyecto es o no rentable, solvente, etc..
Este índice no es por sí solo suficiente información para concluir sobre la viabilidad o la rentabilidad de un proyecto. Pero sí es un buen apoyo para complementar otros indicadores, al ofrecernos una imagen real de cuál es el flujo de dinero que circula en la empresa y nos ayuda a realizar comparaciones del historial de la empresa.
¿Cómo se calcula?
Se calcula a partir del resultado final de explotación de la empresa, sin incorporar los gastos por intereses e impuestos, ni las disminuciones de valor por amortizaciones o depreciaciones, ya que el objetivo es mostrar el resultado puro de explotación de la empresa. Por lo que los elementos financieros (intereses de la deuda), tributarios (impuestos), cambios de valor del inmovilizado (depreciaciones) y de recuperación de la inversión (amortizaciones) deben quedar fuera de este indicador.
Es importante considerar otros aspectos de forma conjunta en el análisis de una empresa, siendo habitual utilizarlo en relación o cociente a otros parámetros como la inversión realizada, las ventas efectuadas o el endeudamiento contraído en un período de tiempo determinado.