El estudio pone sobre la mesa las dificultades que ofrece la incorporación de nuevas herramientas digitales a la gran mayoría de compañías de nuestro país. Del informe se desprende que aunque el tejido empresarial es consciente de los productos que la revolución tecnológica ofrece, como correo electrónico sincronizado, chat instantáneo, trabajo en la nube o sistemas de reuniones virtuales, sólo el email está firmemente implantado.
Más conocimiento que implantación es también una de las constantes a la hora de hablar de medios digitales integrados en la compañía. Es decir, casi todas cuentan con página web propia y mantienen una presencia más o menos activa dentro de las redes sociales. Sin embargo, aquellas que necesitan más desarrollo e implicación estratégica como appso tienda online están mucho menos extendidas.
Dinámicas que también tienen una clara discriminación por sectores. Por ejemplo, el retail(comercio)y el turismo están a la cabeza en lo referido a trabajar en la nube con porcentajes superiores al 60% además de otras herramientas digitales mientras que otras actividades económicas como la industria o el transporte no lo tienen tan arraigado. Una situación que también se reproduce a la hora de tener en cuenta el nivel de formación en materia digital. Mientras en el sector turístico un 46% de los directivos asegura recibir formación continua en su puesto, sólo el 21% de los directivos del sector transporte reconoce recibir formación periódica.
Curiosamente también encontramos que las empresas españolas están muy familiarizadas con los nuevos puestos derivados de la transformación digital empresarial pero sin embargo en menos del 30% hay un puesto específico dedicado a estas tareas. Profesiones como las de analista web, social media manager o web master son las más frecuentes dentro de esta rama pero los profesionales cualificados con formación reconocida empleados en España en ello no superan el 25% de ellos.
Porcentaje de futuras inversiones
Pero los tiempos cambian y las empresas se marcan nuevos horizontes. De esta manera encontramos que un 78% de las 442 compañías encuestadas planea realizar una inversión entre media y fuerte en materia digital en los próximos dos años. Una iniciativa encabezada por los sectores del retaily del turismo donde además sus propios trabajadores tienen en muy alta consideración su capacitación digital, considerando que sus conocimientos sobre estructura digital están por encima de los de su empresa.
Todo ello nos lleva al Índice de Competencia Digital, un indicador que determina el nivel de implementación de las competencias digitales en el tejido empresarial. Según la comparación que establece este barómetro entre 39 competencias digitales distribuidas en nueve disciplinas nos sale un ICD medio de 16,23 sobre 100. En términos totales nos sale que un 51% de las empresas no pasa del 5,92 en este índice, lo que sería una valoración baja. En el lado opuesto sólo un 19% de las compañías disfruta de un índice alto, comprendido entre 22,95 y 100.
De nuevo encontramos una fuerte desigualdad intersectorial. Mientras el sector servicios plantea un índice del 34% el del transporte luce sólo un 9%. Aunque los números no son tampoco especialmente halagüeños en otras ramas de negocio. De esta manera encontramos que sólo un 19% de las empresas de retailtiene un ICD alto mientras que en el caso del turismo este porcentaje baja hasta el 17%.
Datos que a corto plazo pueden parecer preocupantes pero a los que ya se está poniendo solución desde la empresa española que constatan como sus vías de negocio pueden ser implementadas a través de nuevas herramientas de gestión. El correo sincronizado, los asistentes de gestión de agendas o el trabajo en la nube forman parte del próximo paso tecnológico que las empresas deben dar para superar esta brecha tecnológica.
Un paso adelante que se debe dar también desde la formación de empleados cualificados en torno a las nuevas tecnologías y es que el sector, a pesar de haber mejorado su relación con las herramientas digitales, aún está lejos de contar con trabajadores específicos para estas funciones.
FUENTE: ELMUNDO